La productividad te ayuda a tener poder durante el día. En el momento en que tu despertador suena por la mañana, tienes esta repentina necesidad de hacer las cosas. Pero a medida que el día avanza y el sol comienza a ponerse, te das cuenta de que tu lista diaria de «cosas por hacer» no está a medio camino.
Eso no significa que pases el día en el sofá, llenándote la cara de patatas fritas crujientes. Entonces, ¿cómo encuentras una sensación de logro liberando esos temidos sentimientos de culpa por lo que no has hecho?
Este artículo es para los adictos al trabajo, los perfeccionistas y los trabajadores que luchan por encontrar un sentido de realización en las tareas que han logrado completar. Porque incluso cuando te quedan algunas obligaciones más en tu plato, eso no significa que no puedas sentirte satisfecho con tu nivel actual de productividad también.
Cortar las comparaciones
Caer en la trampa de la comparación es fácil. Todos conocemos la sensación de medir nuestro nivel de productividad hasta el de los demás. Pero aunque piense que referir su productividad a la de aquellos en su círculo social puede ayudar a poner en marcha su sentido del impulso, sus comparaciones pueden dejarle con un sentimiento de culpa y un auto-juicio negativo, en su lugar.
Enfatiza el amor propio y concéntrate en tu sentido personal de crecimiento. Los estudios de psicología muestran que las comparaciones pueden crear una espiral negativa de baja autoestima que puede ser la razón furtiva detrás de sus sentimientos de culpa injustificados.
Además, recuerde que sus amigos, familiares y conocidos sólo pueden compartir sus éxitos con los demás. Lo que no ves es que probablemente todavía tienen tanto trabajo por hacer como tú.
Ama el proceso, no el final
Si sólo encuentras la satisfacción cuando tus metas se completan, verás que la felicidad no es una meta alcanzable ya que siempre habrá otra tarea que abordar.
En lugar de pensar: «Todavía tengo mucho que hacer», ¡mira todo lo que ya has hecho! En vez de sentirte culpable por el trabajo que te espera, reconoce lo que has logrado hasta ahora.
Cuando te enamores del proceso de avanzar hacia tus metas, te será más fácil celebrar las pequeñas victorias que completes en tu camino. Recuerda que ciertas tareas sólo se pueden cumplir durante un largo período de tiempo, así que es crucial no poner cantidades irrazonables de presión o culpa sobre ti mismo cuando no experimentas los resultados que deseas de inmediato.
Darse cuenta de que los descansos son productivos
De la misma manera que tu cuerpo necesita un descanso, tu mente también lo necesita. Tomar descansos es una parte crucial para hacer las cosas de forma regular. Si te sientes agotado, ¿cómo esperas realizar lo mejor posible y completar las tareas necesarias?
Tomar un muy necesario descanso es una gran manera de energizar tu cuerpo y aumentar tus niveles de productividad. Como la mayoría de nosotros nos encontramos demasiado atrapados en la alta velocidad de la sociedad moderna, nos olvidamos de lo importante que es parar y tomar un respiro de vez en cuando.
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Piensa en las pausas como una parte necesaria para cumplir con tus objetivos o conseguir esa temida tarea que está tardando una eternidad en realizarse. Recuerda poner ese metafórico – o literal – reloj de arena de su lado mientras te das el tiempo suficiente para completar las tareas. Cuando te tomes el tiempo para relajarte, podrás recuperar la energía y afrontar tus tareas diarias con facilidad.
Crea un plan (y escríbelo)
¿Sabías que es un 42% más probable que cumplas tus objetivos cuando los escribes regularmente? Incluso cuando no consigues hacer las cosas, mantener un plan organizado de cómo piensas abordar tus objetivos te acerca un paso más a verlos realizados. Además, sentirás una sensación de logro al poner tus metas y tareas en el papel, incluso cuando no están completamente terminadas.
Incluso cuando no estás físicamente en movimiento, poner el bolígrafo en el papel puede darte una sensación de logro antes de que tus acciones se realicen.
Recuerda que no debes sentirte perezoso o culpable cada vez que no te enfrentes a la tormenta de cumplir cada tarea necesaria. Quítate los zapatos y relájate de vez en cuando. Tal vez incluso tomar una siesta o dos. Si hoy no lo has hecho todo, mañana se manifiesta como un nuevo día lleno de oportunidades y tiempo para volver al camino.