David Binanay empezó a tocar el violín cuando tenía cinco años. A los doce años, actuó en el mundialmente famoso Carnegie Hall de Nueva York y, poco después, en la Casa Blanca.
En 2006, recién graduado de la Universidad de Villanova, Binanay estaba perfectamente posicionado para construir su vida en torno a la música. Se acababa de mudar a su propia casa y empezó a trabajar en una tienda de violines de alta gama.
Fue entonces cuando notó la hemorragia.
La música y la mente
Fue una hemorragia gastrointestinal. Binanay ya había sufrido una antes y llamó a su madre para hacerle saber lo que estaba pasando. Ella quería ayudar, pero David la detuvo.
«No te preocupes por eso. Me encargaré yo mismo», dijo.
Esta fue la primera vez que Binanay trató de manejar un grave problema de salud por su cuenta. Cuando llegó al hospital, las cosas empezaron a salirse de control. Sus manos empezaron a temblar y su mente comenzó a separarse de la realidad. «Fue mi primer episodio psicótico», recuerda David.
La situación fue cuesta abajo rápidamente. Después de resolver el problema de la hemorragia y salir del hospital, la psicosis de Binanay continuó. Empezó a tener delirios y se volvió temeroso de todo. «Ni siquiera podía entrar en una tienda de comestibles debido al miedo», dice. «No sabía realmente a qué le temía, pero temía por mi vida. En el lapso de una semana pasé de ser normal a tener un completo colapso psicótico».
Este fue el pico de la psicosis de David, pero su batalla apenas comenzaba. Lucharía contra la esquizofrenia durante los siguientes cinco años. Sus medicamentos funcionaban, pero David tenía problemas para mantenerlos. Sin embargo, había una cosa que siempre parecía ayudar.
«Mi padre me miraba y me decía: ‘Dave, ve a buscar tu violín'».
El poder curativo de la música
La música detuvo el dolor. «Cada vez que tocaba, notaba un cambio», dijo David. «Canalizaba mis emociones a través de mi música. El miedo se convertía en música. Se convertía en sonido».
Un nuevo programa de medicación también ayudó. A David le resultó mucho más fácil seguir con su medicación cuando cambió las pastillas por las inyecciones, que sólo necesitaba una vez al mes.
Hoy, después de una batalla de cinco años, Binanay se ha recuperado totalmente. Toca el violín hasta 10 horas al día y dirige una organización sin fines de lucro, Music Over Mind, que realiza espectáculos musicales gratuitos en hospitales para personas con enfermedades mentales. «La música ha sido mi catalizador para la recuperación», dice Binanay. «Ha sido un cambio de 180 grados. De la pérdida completa al renacimiento total. Me casé recientemente. Tengo mi propio lugar con mi esposa. Me siento mejor persona que antes de mi enfermedad».
La historia de David Binanay plantea una interesante serie de preguntas. ¿Qué es la terapia musical? ¿Puede la música ayudar a curarnos? ¿Qué papel juega la música en nuestra salud y felicidad? ¿Puede la música ser una forma de medicina?
Permítanme compartir lo que he aprendido sobre los beneficios de la música para la salud.
La víctima del derrame cerebral que fue curada por la terapia musical
En su libro El poder de la música, la autora Elena Mannes comparte la historia de un paciente con un derrame cerebral que ha perdido la capacidad de hablar. Después de luchar para volver a aprender los patrones normales del habla, el paciente hace un gran avance cantando sus palabras en lugar de decirlas. Este enfoque se conoce como terapia de entonación melódica y compromete el lado derecho del cerebro más que el habla normal. Como resultado, esta sección diferente del cerebro puede reemplazar el área de lenguaje normal y ser usada para comunicarse a través de una canción. 1
A primera vista, esta historia puede parecer una forma muy específica de combinar la música y la salud, pero en realidad proporciona una buena indicación del estado de la terapia musical. Hay muchas historias sobre el uso de la música para ayudar a los pacientes con Parkinson a moverse, los niños autistas a concentrarse y aprender, o los pacientes con esclerosis múltiple a reducir los espasmos. Estas historias, sin embargo, no tienen estudios de investigación que las apoyen. Mi conjetura es que son resultados individualizados que, aunque son verdaderos, son difíciles de extrapolar a toda la población.
Dicho esto, hay un puñado de beneficios para la salud de la música que son bien aceptados y científicamente probados.
La investigación: La música como medicina
En primer lugar, la música puede ser utilizada para aliviar el dolor en los pacientes. Por ejemplo, los pacientes de la Clínica Cleveland que escuchaban música grabada vieron una disminución de 4 veces en el dolor post-quirúrgico. También se ha demostrado que la música reduce la cantidad de anestesia necesaria durante las operaciones. 23
En segundo lugar, la música puede utilizarse para aliviar el estrés y la ansiedad. La música calmante disminuye la presión sanguínea, estabiliza el ritmo cardíaco y alivia el estrés. Las investigaciones han demostrado que la música puede reducir el estrés de los pacientes que se someten a cirugías y colonoscopias, de los niños que se someten a procedimientos médicos y de los pacientes con enfermedades coronarias. 4567
También hay pruebas preliminares que demuestran que escuchar música puede estimular la función del sistema inmunológico al disminuir las hormonas del estrés y aumentar las hormonas del crecimiento. Estos cambios deberían preparar al cuerpo para estar en un mejor estado para recuperarse de las enfermedades y resistir a ellas, pero la investigación es débil hasta ahora y necesita más investigación. 8
Por último, hay una serie de estudios que relacionan la música con la felicidad y el placer de diferentes maneras. A pesar de las diferencias en los estudios individuales, el consenso científico sobre el tema es que la música estimula las mismas áreas del cerebro que desencadenan el placer en otras actividades. Una serie de estudios han encontrado que escuchar música placentera estimula el sistema mesocorticolímbico del cerebro, que es el mismo «centro de placer» que se desencadena con el humor, la comida sabrosa e incluso la cocaína. De esta manera, se podría decir que la música es como una droga. Si la música te hace feliz, entonces podría ser posible que sea buena para tu salud. 9101112
Estos beneficios suenan muy bien, pero ¿es la música la única que proporciona estos beneficios? En realidad no.
Dado el estado actual de la investigación, no se sabe si la música es mejor para curar que otras alternativas. La música no es la única forma de aliviar el dolor o reducir el estrés. La música puede funcionar bien para la Persona A, mientras que la meditación es mejor para la Persona B y la respiración profunda o el ejercicio ayudan a la Persona C. Sin embargo, la música es otra herramienta a su disposición cuando se desea aliviar el dolor, reducir el estrés y promover la curación.
Las limitaciones de la terapia musical
Se puede resumir el estado actual de la investigación sobre la conexión entre la música y la salud diciendo que sabemos que la música impacta en nuestros cerebros y cuerpos, pero no entendemos exactamente por qué o cómo la música hace esto. Y como no entendemos los detalles, puede ser difícil usar la música para la curación.
Para ser honesto, parte de estos problemas podrían ser resueltos si los investigadores realizaran mejores estudios. En este momento, los investigadores no se hacen ningún favor porque la investigación musical rara vez sigue un formato típico.
He aquí algunos errores comunes (y soluciones). 13
- Las investigaciones actuales no diferencian claramente si es el acto de tocar música o el acto de escuchar música lo que beneficia a los pacientes. Por ejemplo, si un paciente mejora después de tocar canciones en un teclado, cantar en diferentes tonos o cantar su canción favorita, ¿se beneficia de las notas musicales o del acto de tocar música? Los estudios futuros deberían investigar si el desempeño activo o la escucha pasiva dan mejores resultados.
- Las investigaciones actuales categorizan pobremente el impacto de los diferentes estilos de música. La mayoría de los investigadores agrupan la terapia musical en amplias categorías «estimulantes» o «relajantes». Las investigaciones futuras deberían incluir límites más claramente definidos, para que podamos entender qué tipos de música pueden utilizarse para curar en situaciones específicas.
- Las investigaciones actuales se centran en quién controla la música. A veces el experimentador elige la música. A veces el paciente elige su propia música. Esto puede complicar las cosas porque a veces es más probable que vea la música como algo que tiene un impacto positivo simplemente si la selecciona. Las investigaciones futuras deberían ser más claras sobre este proceso de selección.
- Las investigaciones actuales varían entre la escucha individual, la interpretación individual y la interpretación en grupo. En muchos casos, los pacientes pueden beneficiarse simplemente haciendo una actividad con un grupo y no con la música en sí. Las investigaciones futuras deberían investigar estos factores ambientales para ayudar a aclarar el impacto de la terapia musical individual vs. grupal.
- La investigación actual, al menos lo que encontré, carecía universalmente de un gran ensayo aleatorio. Este tipo de estudio es el estándar de oro de la investigación y si las intervenciones de terapia musical deben ser tomadas en serio, entonces se necesita un estudio aleatorio de alta calidad.
Los beneficios para la salud de la música
Ya sea una canción para animar el ánimo o una práctica de violín para salvar vidas como la de David Binanay, todos hemos sentido el poder curativo de la música.
Desde el punto de vista de la investigación, los beneficios para la salud de la música no están probados. Sin embargo, siempre he dicho que trato de equilibrar el ser un científico con el ser un practicante y, desde un punto de vista práctico, hay muy pocas razones para evitar la música como una forma de mejorar tu salud y felicidad. La terapia musical no es invasiva, es barata y conveniente. Y la música es una de las elecciones de estilo de vida que podemos hacer que alivia el estrés y la ansiedad, disminuye el dolor y protege contra las enfermedades.
Stefan Koelsch, investigador principal en neurocognición de la Universidad de Sussex en Brighton, resume los efectos curativos de la música diciendo: «No puedo decir que la música sea una píldora para abolir las enfermedades. Pero… Muchas píldoras tienen horribles efectos secundarios, tanto fisiológicos como psicológicos. La música no tiene efectos secundarios, o no tiene efectos dañinos». 1415
Gracias a David Binanay por tomarse el tiempo para charlar conmigo y a Sam Sager por su ayuda en la investigación de este artículo.
Notas a pie de página
- El Poder de la Música por Elena Mannes. pg. 179
- El Poder de la Música por Elena Mannes. pg. 168
- El poder de la música por Elena Mannes. pg. 172
- Cepeda, M.S. y otros (2006) Music for pain relief.
- Nilsson, U. (2008) The anxiety and pain-reducing effects of music interventions: a systematic review.
- Dileo, C. y Bradt, J. (2007) Musicoterapia: aplicaciones a la gestión del estrés. En Principles and Practice of Stress Management (Lehrer, P.M. et al., eds), págs. 519 a 544, Guilford Press
- Bradt, J. y Dileo, C. (2009) Music for stress and anxiety reduction in coronary heart disease patients.
- Gangrade, A. (2012) The effect of music on the production of neurotransmitters, hormonas, cytokines, and peptides: a review.
- Breiter, H.C. y otros (1997) Acute effects of cocaine on human brain activity and emotion.
- Small, D.M. et al. (2001) Cambios en la actividad cerebral relacionados con el consumo de chocolate: Del placer a la aversión.
- Mobbs, D. y otros (2003) El humor modula los centros de recompensa mesolímbicos.
- Blood, A.J. y Zatorre, R.J.(2001) Las respuestas intensamente placenteras a la música se correlacionan con la actividad en las regiones del cerebro implicadas en la recompensa y la emoción.
- Muchas de estas limitaciones de la investigación están cubiertas en la guía, La Neuroquímica de la Música de Chanda y Levitin.
- El poder de la música. Pág. 193-194
- Existe un efecto secundario de la música: el coste de oportunidad. Escuchar música que te hace feliz es una gran manera de pasar el tiempo, pero sólo si no ignoras otras cosas que te hacen feliz o que podrían mejorar tu salud y estilo de vida. Por ejemplo, si escuchaste música que te hizo feliz todo el día, pero nunca funcionó, entonces, ¿qué tan grande es el beneficio para la salud que estás obteniendo realmente? Lo mismo podría decirse de la felicidad. Si simplemente consumieras música que te hiciera feliz todo el día, ¿acabarías viviendo una vida mejor que si hubieras pasado ese tiempo construyendo un negocio que amabas o dominando una habilidad que hiciera avanzar tu carrera? Como en todos los usos de nuestro tiempo, hay compensaciones para escuchar música y es importante equilibrarla con otras áreas de la vida que proveen un beneficio.
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