Ver también: Habilidades de mediaciónLa
mediación de Peer es un enfoque que se ha utilizado en las escuelas de los Estados Unidos y el Reino Unido para ayudar a gestionar los conflictos y los desacuerdos.
Los enfoques formales de mediación entre pares ofrecen capacitación a personas seleccionadas (los «mediadores entre pares») para ayudarlas a intervenir en los desacuerdos y apoyar a los participantes para que lleguen a un acuerdo.
En general, los mediadores entre pares tienen una posición formal y reconocida. Sin embargo, cualquiera puede desarrollar las habilidades para mediar en dificultades sociales, y estas habilidades son tan útiles para los adultos como para los niños.
Los desacuerdos pueden surgir entre colegas en el trabajo, o entre individuos de un grupo social particular, como un comité voluntario. El hecho de poder recurrir a las técnicas de mediación para desactivar situaciones puede ayudar a evitar que los problemas se agraven.
¿Qué es la mediación entre pares?
En las escuelas y universidades, la mediación entre pares es cuando los niños del mismo grupo de edad ayudan a resolver problemas entre grupos o individuos.
Los mediadores de pares no lo hacen:
- Dile a cualquiera lo que tiene que hacer;
- Tomar partido; o
- Chismes sobre lo que han visto y oído.
En su lugar, trabajan para lograr una solución beneficiosa para ambas partes, ayudando a ambas partes a unirse y desarrollar una solución que funcione para ambos.
Por lo tanto, este es un enfoque muy similar a otras formas de mediación (y vea nuestra página sobre Habilidades de Mediación para más).
Habilidades necesarias para la mediación entre pares
Los mediadores pares requieren habilidades muy similares a las de otros mediadores.
Por ejemplo:
- Necesitan ser buenos para escuchar. Esto puede ser difícil para los niños, que aún están desarrollando sus habilidades, y en particular pueden tener que tratar de escuchar sin juzgar. Vea nuestra página sobre Habilidades de Escucha para más información.
- Necesitan entender la importancia de la aclaración y el cuestionamiento para estar seguros de que ellos, y todos los involucrados, entienden la situación. Establecer «hechos» puede ser mucho menos importante que exponer los puntos de vista de los involucrados, y asegurarse de que ambas partes entienden las opiniones del otro.
- Los mediadores pares necesitan tener una Inteligencia Emocional razonablemente buena para entender lo que está pasando bajo la superficie. En particular, ayuda tener una fuerte empatía para que puedan ponerse en el lugar de ambos participantes y ayudar a los involucrados a hacer lo mismo. Nadie espera que los niños pequeños puedan hacer esto inmediatamente pero, cuando se les preguntó sobre las habilidades que se requieren de un mediador paritario, un grupo de niños de nueve a diez años dijo que necesitaban ser amables y entender los sentimientos, lo cual no suena poco razonable.
- Es importante, especialmente para los niños más pequeños, que aquellos que actúan como mediadores entre pares tengan un sentido razonable de justicia y equidad. Los mediadores deben ser escrupulosos en no tomar partido, lo que significa que deben entender que deben ser justos y ecuánimes.
- Los mediadores paritarios deben tener buenas aptitudes de comunicación. Sus aptitudes de comunicación verbal deben permitirles parafrasear y describir las emociones en un lenguaje menos emotivo, y también ayudar a los participantes a ver la situación de manera diferente. También necesitan comprender la comunicación no verbal para ayudarles a identificar lo que no se dice.
El proceso de mediación entre pares
Cada escuela o universidad que utilice un proceso de mediación entre pares probablemente tendrá un proceso formal ligeramente diferente que utilice.
Sin embargo, si estás actuando informalmente como mediador entre pares, ya sea como niño o como adulto, tal vez quieras seguir un proceso para asegurarte de que la situación siga siendo justa.
Nuestra página sobre Habilidades de Mediación establece un proceso para una mediación formal, pero esto es probablemente demasiado complejo.
Es posible que desee utilizar un proceso más informal como éste:
Al principio
Conseguir que los participantes acuerden algunas reglas básicas para el proceso.
Por ejemplo, diga algo como: «Creo que podría ayudar a hablar de esto con más calma, y estoy muy feliz de ayudar con eso.
¿Puedo sugerir que acordemos que nos turnaremos para hablar y no nos interrumpimos?» Si una o ambas partes le han pedido ayuda, también puede explicar que está tomando un papel neutral.
Comprensión de la situación
La siguiente etapa es hacer que ambos participantes expongan sus historias, dándole a cada uno tiempo para hablar sin que el otro interrumpa.
Usen las preguntas y las aclaraciones para asegurarse de que tienen la situación clara. Después de que cada persona haya expuesto su posición, resuma lo que ha dicho para comprobar que usted, y la otra persona, lo han entendido correctamente. Tal vez desee incluir una declaración de las emociones que están sintiendo (por ejemplo, «Veo que se sienten muy enojados por esto, y espero que esta discusión les ayude con eso»), ya que reconocer y nombrar las emociones es muy poderoso para los involucrados.
Ayudar a los participantes a mirar hacia adelante y no hacia atrás
La clave para ayudar a resolver los conflictos es mirar hacia adelante, en lugar de hacia atrás.
El «regreso» te lleva a culpar y recriminar lo que ha pasado. En cambio, «Adelante» pide a los participantes que digan lo que van a hacer a continuación, y cómo van a llevar adelante su relación. Puede, por ejemplo, preguntar a cada uno por turno «¿Cómo le gustaría que se resolviera la situación?», o «¿Cuál sería su resultado ideal de esta situación?» Esto puede ayudar a demostrar las áreas de acuerdo.
Puede ser una buena opción sugerir un descanso para tomar un café o dar un paseo fuera, especialmente si la discusión se calienta un poco.
Esto le da a todo el mundo la oportunidad de aclarar sus cabezas.
Encontrar las opciones
El siguiente paso debería ser buscar opciones de solución.
La forma más sencilla es probablemente preguntar a ambos participantes qué opciones pueden ver, y también sugerirles opciones usted mismo. En realidad no importa si algunas de las opciones son imposibles, o francamente tontas, porque cuantas más opciones, más fácil es identificar las buenas, y luego pasar a un acuerdo.
Puede ayudar a los participantes a llegar a un acuerdo señalando las áreas de interés común y sugiriendo dónde se están reuniendo. También debería utilizar parafraseos y aclaraciones para asegurarse de que todos han comprendido los términos del acuerdo al que parecen llegar.
«¡No es mi problema, jefe!»
Es importante recordar que el problema o la situación debe seguir siendo «propiedad» de los participantes, al igual que la solución o el acuerdo.
No es tu problema como mediador, simplemente les estás ayudando a resolverlo.
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